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  Jose Torres
  Teoria Musical
 

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TEORIA MUSICAL

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A la hora de componer música, es necesario tener sólidos conicimientos de teoría musical. Esto nos permitirá el poder crear música con garantías; ya que tendremos dominio sobre todo lo que se puede expresar con la música. Además tendremos a nuestro alcance el poder analizar a otros compositores.

Empezaremos  analizando todo lo que tiene que ver con la lectura y organización musical. Sobre la marcha, iremos encademando temas para no tener que estudiar la teoría de forma tradicional. posteriormento nos introduciremos en la armonía musical; temas que son muy esquemáticos y estarán aplicado a canciones famosas.

De esta manera, asimilando la teoría musical, es como uno se hace compositor, dominando todos los aspectos de la música, y no componiendo de forma intuitiva. Si quieres expresar con la música, debes valerte de todos los recursos armónicos y teóricos de los que consta la música.


El pentagrama

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El pentagrama es el símbolo gráfico en el que se centra toda la grafía musical. Es en él donde se escriben las notas musicales y otros signos musicales como los compases o las fórmulas de compás. El pentagrama está compuesto por cinco líneas horizontales y paralelas; además de equidistantes.

Estas cinco líneras paralelas forman cuatro espacios entre ellas. En estos espacios también se ubican las notas musicales. En la práctica, decimos que hay cinco líneas y cuatro espacios Estas líneas y espacios se nombran de abajo a arriba; así, por ejemplo, la línea de más abajo la podemos nombrar como primera línea

Un pentagama musical con sus líneas y espacios nombrados según lo expuesto en la teoría.
Figura 1.
El pentagrama. 5 líneas, 4 espacios.

A este pentagrama musical se le pueden añadir más líneas y espacios a través de lo que se conoce como líneas adicionales. Hay veces que las notas exceden el ámbito del pentagrama, es por eso que es necesario el uso de estas líneas adicionales.

Notas musicales que exceden el pentagrama.
Figura 2. Líneas y espacios adicionales.

Los sonidos más graves se escriben en la parte más baja del pentagrama. Conforme un sonido musical se va haciendo más agudo, su nota va ascendiendo a través del pentagrama musical. Por otra parte, no es recomendable que las notas excedan en cuatro o cinco líneas de las del pentagrama.


Las claves musicales

Las claves son una referencia para saber la ubicación de una determinada nota musical. Por ejemplo: ¿cómo sabríamos que sonido musical es una nota ubicada en la segunda línea del pentagrama?

No hay forma de saberlo, a menos que viniese indicado cual es esa nota por medio de algún símbolo gráfico. Este símbolo es lo que se conoce como clave, y es, precisamente, el que nos da la clave para discernir las notas en el pentagrama.

Pentagrama con una clave indicada por una flecha.
Figura 3. las claves nos indican la ubicación de las notas.


Clave de Sol. Nos indica que la nota Do está en la 2ª línea. Es la que más se utiliza. Una flecha hacia la izquierda Porci?n de pentagrama con la clave de Sol
Clave de FA en 4ª línea. La nota situada en la 4ª línea del pentagrama es un Fa. Se utiliza mucho para piano. Una flecha hacia la izquierda Clave de Fa en 4? l?nea al principio de una porción de pentagrama


Los compases

Para que la lectura de la música sea ordenada, necesitamos dividir la grafía en una serie de porciones iguales. Estas porciones se llaman compases. Dividen al pentagama en partes iguales, y agrupan a una porción de notas musicales en el pentagrama.

El compás está dividido, a su vez, en partes iguales que se denominan tiempos. Todas estas divisiones ayudan a la lectura de la música. Imagina un pentagrama sin compases; sería imposible leer la música.

La figura 4 nos muestra las compases:

Un pentagrama con compases y líneras divisorias.
Figura 4. Los compases y líneas divisorias nos
ayudan a leer música


Como se aprecia en la figura, existe una línea divisoria o barra de compás que separa un compás del siguiente. Esta barra de compás cruza perpendicularmente al pentagrama.

Además está la doble barra que, básicamente, nos indica que en el próximo compás se ha introducido un cambio significativo; como por ejemplo, un cambio en el tempo. Por último, también está la barra final que, como su propio nombre indica, señaliza el final de la lectura. Sería como el punto y final en una obra literaria.

Dos barras perpendiculares al pentagrama: doble barra, y un signo al final: la barra final.
Figura 5. La doble barra y la final nos asisten
en la lectura musical.

Podemos señalizar con la doble barra:

  • La separación en partes de una partitura.
  • Una modificación de la tonalidad, o una variación en el compás.
  • Algún cambio en la partitura que queramos resaltar a partir de la doble barra.

Figuras de valor y fórmula de compás

Los sonidos musicales deben tener una duración precisa en el tiempo; sino fuera así, no sería posible la música. Las figuras de valor son las que determinan la duración de los sonidos entre sí. Los silencios son las pausas sonoras de los sonidos musicales.

Las figuras de valor son siete, y de mayor a menos son:

  • REDONDA
  • BLANCA
  • NEGRA
  • CORCHEA
  • SEMICORCHEA
  • FUSA
  • SEMIFUSA

 

Cada silencio corresponde en duración al valor de una determinada figura de valor; por lo que podemos decir que hay parejas equivalentes en duración entre figuras y silencios.

Relación de figuras de valor emparejadas con su correspondiente silencio.
Figura 6. Correspondencia entre figuras de valor y silencios.

La línea vertical que nace de la nota se llama plica, y la extensión superior del extremo de la línea, corchete.

Existe una relación en la duración de las notas entre las figuras de valor; esta relación se conoce como valor relativo, y es de 1:2. Esto quiere decir que una figura de valor indica el doble de duración que la figura siguiente. Por ejemplo, la redonda es igual a dos blancas, la negra vale dos corcheas...

Fórmula de compás

En la lección destinada al compás se ha dicho que éste se divide en una serie de porciones iguales que se llaman tiempos. Para saber en cuantos tiempos, y la duración de cada uno, se divide el compas tenemos un símbolo llamada fórmula de compas.

Se trata concretamente de una fracción a continuación de la clave en cuyo numerador se indica el número de tiempos, y en el denominador la figura de valor que hace de unidad para medir la duración de dichos tiempos.

Un pentagrama con fórmula de compás y la unidad de tiempo y compás.
Figura 7.  La fórmula de compás nos indica el número
de tiempos y su duración

 

  • La figura de valor que equivale en duración a un tiempo se llama unidad de tiempo
  • La figura de valor que, en duración, coincide con un compás se llama unidad de compás

Lo más corriente es que sea la negra la unidad de tiempo, ya que se usa mucho el 4 como denominador en la fórmula de compás. Cuanto más usemos figuras, como unidad de tiempo, cercanas a la redonda, menos figuras de corta duración podremos usar.

Una lista con emparejamientos entre denominadores y figuras.
Figura 8.  Correspondencia entre figuras y denominadores
para fórmula de compás


La ligadura de valor y el puntillo

La ligadura de valor es un símbolo que sirve para unir la duración de dos figuras de valor que estén a la misma altura. Se trata de un pequeño arco, paralelo al pentagrama que une a las dos notas musicales.

Cabe decir que mínimo son dos unidas, pero pueden ver más notas afectadas por la ligadura. Por otro lado, en la práctica solo se toca la primera nota, y se mantiene sonando durante la suma de las restantes.

En la siguiente imagen se ve esto más gráficamente:

Unos compases con notas ligadas por medio de la ligadura de valor; se señala que las notas ligadas no se tocan.
Figura 9.  Las notas ligadas no se tocan; solo la primera
durante la suma de las demás.

En la figura 9 se muestran ligaduras de valor que están dentro de un compás; no obstante, las ligaduras pueden exceder el compás, extendiéndose al siguiente (incluso a alguno más allá). La ligadura de valor se renueva cuando une una nota del siguiente compás.

Notas ligadas por varios compases, renovándose la ligadura en cada compás.
Figura 10.  La ligadura debe renovarse cuando exceda el
compás donde nació.
 

El puntillo

Seguramente, al observar una partitura, hayas visto un puntito al lado de la nota musical, ese punto indica que hay que aumentar la mitad del valor de la figura, o silencio si está al lado de un silencio.

Se muestra la analogía entre el puntillo y las notas ligadas.
Figura 11.  Existe una equivalencia entre el puntillo
y la ligadura de valor.


Las alteraciones fijas, accidentales y de precaución

Las alteraciones son unos símbolos gráficos que colocamos al lado izquierdo de las notas musicales. Estas alteraciones modifican la altura de la nota y son cinco:

SOSTENIDO ? DOBLE SOSTENIDO ? BEMOL ? DOBLE BEMOL - BECUADRO

Sin duda alguna, las que más se conocen son el sostenido y el bemol; pero las restantes alteraciones también son importantes para respetar las reglas a la hora de escribir en la partitura.

Un pentagrama en donde se muestran las distintas alteraciones musicales.
Figura 22.  Las distintas clases de alteraciones.

  • El sostenido sube medio tono la nota.
  • El doble sostenido sube un tono la nota.
  • El bemol baja medio tono la nota musical.
  • El becuadro sirve para anular el efecto de alteración.

En la práctica, y en algunos casos, al subir dos alteraciones mediante las dobles alteraciones, se pasa a la nota siguiente. Por ejemplo, el Fa doble sostenido coincidiría con la nota Sol; lo mismo ocurre para una nota afectada por un doble bemol.

Alteraciones fijas (o propias)

Estas alteraciones aparecen al principio de la partitura, justo a continuación de la clave y antes de la fórmula de compás. Estas alteraciones se conocen como armadura de clave. Por otra parte, alteran los tonos de todas las notas que se encuentren a la altura de cualquier alteración de la armadura, también a sus octavas.

Una partitura en donde aparece la armadura de clave y la indicación de las notas afectadas.
Figura 23.  Distintas notas Fa y Do afectadas por la armadura de clave.

 

Cuando queramos cambiar la armadura de clave, para modificar las alteraciones propias, necesitamos anticipar el cambio por medio de la doble barra. De esta forma quedará advertido el intérprete de un cambio significativo en la partitura.

Una doble barra en el pentagrama que anticipa a la armadura que hay escrita en el compás siguiente.
Figura 24.  A la hora de cambiar las alteraciones fijas en mitad de la partitura,
hay que anunciarlo con la doble barra.

Alteraciones accidentales

Este tipo de alteraciones pueden aparecer en notas que no estén afectadas por la armadura de clave. Son alteraciones que podemos hacer a las notas de forma arbitraria. Cuando alteramos una nota, las notas que estén a la misma altura y en el mismo compás se alterarán automáticamente.

Unos compases en donde se analizan las alteraciones accidentales.
Figura 25.  Análisis de las alteraciones accidentales.


Alteraciones de precaución

Hay ocasiones en las que es necesario facilitar la lectura de la partitura, bien porque sea muy compleja, o porque esté destinada a estudiantes. Las alteraciones de precaución están colocadas en donde teóricamente no son necesarias, se hace por eso, para facilitar la lectura. En muchas ocasiones están entre paréntesis para diferenciarlas.

Un pentagrama donde se señalizan las notas con alteraciones de precaución.
Figura 25.  Para evitar errores en la lectura se pueden poner alteraciones
de precaución.

Los signos de repetición

Estos signos nos ayudan a ahorrar espacio en la partitura. En música es muy frecuente que se repitan las mismas frases musicales, por lo que existen símbolos que nos asisten a la hora de saber los compases que hay que repetir al tocar.

Esta característca de los signos de repetición es muy útil en el sentido que nos evita volver a escribir compases que ya han sido escritos; y por lo tanto nos evita un esfuerzo extra a la hora de componer música.

También la lectura de la partitura se hace más esquemática y práctica; con las ventajas que ello conlleva.

Barra de repetición

Es una barra ancha que cruza en perpendicular el pentagrama, se caracteriza por tener dos puntos (encima y debajo de la 3ª línea del pentagrama). Esta barra de repetición nos indica un fragmento de partitura que ha de repetirse.

Dos grupos de compases donde se muestra el funcionamiento de la barra de repetición.
Figura 26.  No hay necesidad de volver a escribir fragmentos repetidos
gracias a la barra de repetición.

Como ves, cuando no se incluye en la partitura la barra de apertura, se está indicando que es necesario repetir desde el principio del tema musical.

Casillas de verificación

Estas casillas de verificación se usan, generalmente, junto a la barra de separación. Este símbolo indica también una repetición, pero con un salto cuando se está tocando la repetición. En la práctica, hay que saltarse el compás indicado por la primera casilla; pasando directamente a la casilla 2.

Se indica la utilización de las casillas de verificación.
Figura 27.  Las casillas de verificación nos proporcionan más flexibilidad
a la hora de organizar la escritura.

Signo Da capo: DC

Se trata de un signo escrito en italiano, y viene a decir "desde el principio"; indicando una repetición, de principio a fin, de la partitura. Generalmente equivale a la barra de repetición, aunque cuando se añade la indicación al Fine, hay que repetir desde el principio y finalizar donde se lea Fine.

Se muestra en la partitura como se ubica y usa el símbolo Da Capo.
Figura 28.  El signo Da Capo dispone de dos variantes para hacer
este símbolo más versatil.

Coda

Indica una referencia y puede aparecer como CS al coda o DC al coda. Su significado es que después de la repetición, hay que saltar al segundo símbolo Coda. Puede estar también en el comienzo del tema.



Los signos de expresión

Estos signos, o símbolos de expresión, sirven para indicar distintos aspectos a la hora de tocar una nota musical, o frase musical. Estos aspectos para tocar la nota se pueden referir a la dinámica, la intensidad, el tempo, etc...

Pueden ser palabras (en italiano en su mayoría) o símbolos propiamente dichos. Para sintetizar lo anterior, diremos que nos muestran la forma de ejecutar las notas o frases musicales.

Se clasifican según el tipo de matiz a tocar; por ejemplo como puede ser el tempo o la articulación. De esta forma tenemos signos para matices o articulación.

Matices

Estos signos de expresión nos dicen con que intensidad tenemos que tocar la nota musical. Por ejemplo, si tenemos que hacer sonar la nota fuerte o suave. A continuación se muestran todos los signos para controlar los matices (nombre, símbolo, como tocar):

  • Pianissimo: pp - muy suave
  • Piano: p - suave
  • Mezzo piano: mp - medio suave
  • Mezzo forte: mf - medio fuerte
  • Forte: f - fuerte
  • Fortissimo: ff - muy fuerte
  • Piano forte: pf - suave y después fuerte
  • Forte piano: fp - fuerte y después suave
  • Crescendo: cresc. - aumentando poco a poco la intensidad
  • Decrescendo: decresc. - disminuyendo poco a poco la intensidad
  • Diminuendo: dim. - disminuyendo poco a poco la intensidad

Existe también dos símbolos de aunmento o disminución progresiva, que tienen la misma función que crescendo y decrescendo. Éstos consisten en dos líneas que forman un ángulo; en la imagen 30 se pueden ver:


Figura 30.  Dos signos para controlar el matiz a lo largo del compás.

Articulación

Estos signos nos indican de que forma tenemos que articular la mano a la hora de tocar una nota, o serie de notas musicales. Esto tiene sentido cuando entendemos que, según el movimiento de la mano, lograremos un efecto u otro. Aquí están estos signos de expresión:

  • Staccato o picado: acorta la duración de cada nota
  • Legato o ligado: se tocan todas las notas unidas
  • Portato: se destaca la nota apoyándose en ella
  • Acentuado: se destaca la nota que lleva el acento
Varios compases que muestran la grafía musical para la articulación.
Figura 31.  Signos para saber como articular la mano para lograr el efecto perseguido.

En el compás último de la imagen hay dos tipos de acentos; el primero es el más usado, mientras que el segundo es un acento más seco y marcado. La ligadura de expresión agrupa una serie de notas que se tocan juntas, acortando la duración de la última. Estos signos pueden combinarse entre sí.

Velocidad

Estos son signos de expresión que son muy comunes en música clásica. Suelen colocarse al principio de la partitura; y representan el tipo de movimiento que se va a interpretar; o el cartácter que hay que proporcionarle a la música. He aquí algunos de ellos:

  • Lento: movimiento muy lento
  • Adagio: movimiento lento
  • Moderato: movimiento de velocidad media
  • Allegro: movimiento rápido
  • Presto: movimiento muy rápido
  • Apasionatto: apasionado
  • Con carácter: con presencia
  • Glocoso: gracioso

Por otro lado, el calderón es un signo de expresión que se le pone a una determinada nota para hacer indicar que se puede extender su duración cuanto se quiera, o se estime oportuno. Lo más general es verlo en la última nota de la partitura; pero si está en otro lugar, a continuación hay que poner a tempo para que el intérprete vuelva al tempo original.

Se muestra el símbolo del calderón en un compás.
Figura 32.  Con el calderón podemos alargar la duración en lo que consideremos oportuno.
 
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